miércoles, 3 de noviembre de 2010

ETÉREA.





Serafín que descendió en luna matinal
de octubre
blanca como espuma de mar
mejillas rosadas
labios de carmín.
En su sonrisa vibran notas celestiales y
en sus pupilas se refleja el manto de la
Virgen del Rosario.

Lucero del alba que destila rocío embriagador de
gardenias veracruzanas
luz que esclarece misterios crepusculares
mirada profunda que se clava en mí alma
progenie azteca y español.

Cómo no decirte, niña amada, que eres llama
ardiente de corazón inmaculado.
Ternura y dulzura, tu legado.

Pensamiento para mí nieta Romina, nacida el pasado 28 de octubre.

"De las lunas, la de octubre es más hermosa..."
José A. Michel.

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