martes, 16 de febrero de 2010

DE MENTA Y HIERBABUENA.


Tus cabellos plateados,
prodigalidad de plenilunio.
Tus ojos, raudal de ternura
incrustaron mi sensibilidad
un dos de octubre en un
paraje denominado:
‘Ciudad Judicial…’
Mi niña, impregnada de
menta y hierbabuena
diligente confiaba en la reputación
de mí única neurona,
cual indómita guerrera
jamás claudiqué.
Por todo acuerdo recaído a promoción,
sigilosa preguntaba a los quejosos
si sus pupilas te advertían impacientes
con la magnitud de las mías.
Místico galanteo advertía en epítome a
excelencia testimonial
sacudida por inexorable arritmia
del músculo regido por
Cupido.
No quedando duda alguna, pues
con el roce de tus palmas experimenté
explosiva andanada de:
Fenil- Etil- Amina-, esencia febril.

Tú, docto… Yo, aprendiz.

Anaconstela
Copyright © DR

miércoles, 3 de febrero de 2010

HASTA AQUÍ.

Foto: reflexionesdiarias.wordpress.com/


He decidido no pensarte más,
de entereza nutro mis días para soportar
el pesar que produce tu ausencia.
Me invento mil excusas que disfracen la traición.
Atormentada deambulo entre arrecifes de coral.
Intento ahogar la evidencia
en los océanos de mí propio llanto,
me atraganto con el dolor de las heridas.
Baño mis recuerdos de olvido
exigiéndoles extravío.
Inerte al transcurrir del tiempo,
vivo pretendiendo digerir -alevosía-
Evito la desazón de tus huellas adheridas a mí piel.
Cavilo mil fantasías de un pasado irónico.
Vigorizo melancolías.
Finjo demencia esquivando repentino
asomo de la funesta crueldad
que imaginar jamás pudiese ante
absurdo merodeo para clavarme el puñal.
Aparento no quererte
aunque quererte,
resabio me cause.

Tus brazos, preludio de reciprocidad ambigua.
Tus ojos invidentes, luz que alumbrara mis tinieblas.
Tus labios de ósculo ausentes, veneno que produjo mi muerte.

“La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy”
LUCIO ANNEO SÉNECA.

Anaconstela
Copyright © DR