lunes, 18 de julio de 2011

SEMPITERNO.



Foto: José Luis Ávila Herrera


Si en nuestra
epopeya
nubarrones se cruzasen,
con mí vaho desvaneciera.
Si la borrasca los
recuerdos entreverados
hundiese,
con la proa y timón
de mis inciertos
rescatara.
Mis crónicas ausentes,
resurgirían al tibio
roce del satén que envuelve
al vehemente añejo...
Vertería el verbo reprimido
sin reclamos, de antaño,
insensatos.
Me abrazaría a la esvástica
del suplicio, con efigie de la
incongruencia.
Treparía a la cima y
sumergiría en los acantilados,
hasta obtener los códigos
desafiantes
que me esposan,
cual condenado al cadalso.

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