Foto: Imágenes Google.
Los naipes advirtieron
tus sueños
de encajes y
luminosos
senderos,
mas no
siempre se atina
al juego….
El flagelo
anestesiaste
con el
parir de tus anhelos,
matizaste
tus retos con
la sátira
absurda de
lejanas
tierras.
El aquejo
te volvió
donde
abrieran
por vez
primera tus
negros ojos
de gitana,
te
reencontraste con
el agua y con
el fuego
maternos.
El atuendo vaporoso
que
destinaste para
la primavera
y el verano
hoy luces
con elegancia
en el
firmamento.
Tu legado:
La entereza y
constante
lucha.
Sólo un…
hasta pronto.
Vivirás por
siempre en los
corazones de
quienes te amamos.
Descansa en
paz.
En memoria
de Ana Rueda, mi prima, a un año de su partida después de intensa lucha
contra el
desalmado cáncer de mama. DEP
México,
D.F. (Viernes 17 de agosto de 2012)
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