domingo, 19 de julio de 2009

OFRENDA.


Te entrego mi alma partida,
mi océano de lágrimas enjugadas,
el insomnio de mis noches
reprimidas y,
un tiesto de esperanzas floridas
para acariciar tu alma y atenuar
el dolor de sus heridas.
Con el corazón en la mano vengo
a decirte…
¡Te quiero amiga-hermana!

Anaconstela.
Copyright © DR.